jueves, 3 de marzo de 2016

¡Ponle un marco!



Seguro que alguna vez os habéis tropezado con uno de esos cuadros viejos

 infumables, fabricados en serie, con escenas pastoriles como tema principal en

 su mayoría (máximo respeto hacia los seguidores de esta corriente pictórica)que

 formaban parte de la decoración de la casa de la abuela, la tía o 

incluso la vecina y ante el ofrecimiento de incluirlos en el interiorismo de 

vuestro piso, habéis huido despavoridos. Yo también, lo confieso. 

 ¿Pero en algún momento os habéis parado a mirar el marco y en las 

posibilidades que nos ofrece?


He aquí una muestra.


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Seguro que ahora nos lo pensaremos dos veces antes de rechazarlos.


Bueno, resuelto el tema del marco, tengo que deciros que no se me ocurre 

ninguna solución para reciclar el cuadro en sí (ya sabéis, el de los ciervos pastando 

alegremente por la campiña).

Y es que creo que hay cosas que es mejor dejarlas correr. ¿Vosotros no?



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